Thyssen en Málaga

La cultura y la ciudad de Málaga están de enhorabuena. La baronesa Thyssen  inauguró el pasado día 23 de marzo un museo que alberga su colección privada de pintura española del siglo XIX. Está formada por 230 cuadros que pasarán al menos los próximos 12 años en la capital malagueña, concretamente en el restaurado Palacio de Villalón.

El nuevo museo está compuesto por tres plantas. La planta baja alberga autores románticos y costumbristas como Dehodenq, Bamberger, Domínguez Bécquer o Gómez Gil. El preciosismo y el naturalismo de la mano de artistas como Fortuny o Benlluire se encuentran en la primera planta mientras que la segunda está dedicada a obras de gran calidad artística con obras de Sorolla o Julio Romero de Torres entre otros autores.

Este museo también tiene espacio para exposiciones temporales que se desarrollarán en la tercera planta.

De esta manera la oferta cultural de Málaga sufre un importante empuje uniéndose  al Museo Picasso y al Centro de Arte Contemporáneo (CAC) y surge como una gran capital cultural que alberga además un proyecto único en España.

Se trata de la creación de un ‘Soho’ malagueño .La idea, que ha obtenido el respaldo y compromiso de trabajo del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, surgió de un grupo de inquietos ciudadanos que vio la oportunidad de transformar la zona del Muelle de Heredia, en declive por el traslado de la mayoría de sus oficinas de carácter judicial, en una gran rambla con acceso a los puntos neurálgicos de viajeros de la localidad.

Uno de los objetivos es la creación de “galerías Pop-Up” que consiste en habilitar como salas de exposiciones itinerantes y temporales los bajos actualmente vacíos de la zona.

De esta forma el arte se acerca a los ciudadanos y a nivel educativo se facilita a los alumnos el desarrollo ‘en vivo’ de la creatividad artística, la sensibilidad y el sentido del arte.

El arte es así mismo un elemento que sirve como eje de estudio psicológico en los primeros años escolares ya que cuando empiezan a dibujar y pintar lo hacen sin inhibiciones ninguna si bien a partir de los diez u once años ya son conscientes de su propia obra artística y aparecen las autolimitaciones.

Un buen docente debe tener en cuenta estos factores y promover la capacidad creadora de los alumnos más sensibles así como desarrollar la sensibilidad de los menos capacitados. La visita a museos como los mencionados supondrá para la clase una oportunidad de experimentar el arte fuera de las aulas y disfrutarlo en un ambiente más distendido dando lugar un aprendizaje más interesante.

Para más información: Carmen Thyssen Málaga