¿Un guión se escribe?
Sí, tiene letras que forman palabras que siguen un curso sintáctico coordinado y/o
subordinado. Eso sí, siempre en presente (aunque eso lo veremos más adelante).
Pero, ¿cómo se escribe un guión? Eso es otro cantar.
Pero, ¿cómo se escribe un guión? Eso es otro cantar.
Os animo, empezad a escribir un guión de principio a fin…
¿Lo habéis intentado ya? ¿Sí? Sí, llega el bloqueo, no sabéis cómo seguir.
Vuelvo a preguntar: ¿un guión se escribe?
Si pensamos en el hecho de que hay letras que se unen formando palabras con un órden sintáctico... sí, utilizamos la escritura. Pero un guión no se escribe. Un guión se construye. Por esta razón, a partir de ahora, en vez de hablar de escritura del guión, vamos a hablar de arquitectura del guión.
No es de extrañar que más de un arquitecto haya terminado como guionista y es que estas dos disciplinas desde el punto de vista estructural y de ejecución son muy similares.
Para empezar, deberíamos saber qué es un guión. No estoy hablando de definiciones de libro sino de algo mucho más sencillo: ¿cuál es el objetivo del guión?, ¿para qué sirve?, ¿por qué escribimos un guión?
La respuesta es muy sencilla: un guión (literario) es una herramienta, un mapa de instrucciones para que los diferentes actores creativos del equipo ejecutor (productor, director, director de fotografía, director de arte, actores...) sepan qué estan construyendo (la película).
Así pues, la escritura de un guión va a constar de un estilo sencillo, claro, sin ornamentos ni figuras literarias (excepto símil y metáfora) y una serie de características que -os adelanto- veremos más adelante: Formato de guión.
Si pensamos en la construcción de una casa, tenemos claro que el tema no empieza por llegar al lugar y poner muros y, mucho menos, ir encalando las paredes a medida que construímos e ir poniendo la instalación eléctrica.
Lo primero que hacemos es estudiar el terreno y diseñar un mapa. Esta sería la primera fase: tenemos una idea (una casa que queremos construir), con su consecuente branstorming -lluvia de ideas- (diferentes posibilidades de desarrollo) y estudiamos el terreno (investigación).
Después de valorar diferentes opciones, una vez que tenemos claro el tipo de terreno en el que nos encontramos (público al que nos vamos a dirigir, medios y presupuestos con los que contamos...) debemos hacer el forjado sanitario para colocar los cimientos. Así, eliminamos todo lo prescindible, pasamos de las ideas a LA IDEA. Poco a poco, de dentro a fuera. El esqueleto, los muros de carga y vamos rellenando.
Estas fases son: la sinopsis, la escaleta el tratamiento y el guión literario. Las tres primeras son herramientas para el guión literario y este último la herramienta para la construcción de la película.
No os perdáis el próximo post: Las fases del guión.
¡Hasta pronto!
¡Hasta pronto!
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